Rehabilitar implica habilitar de nuevo para mejorar las condiciones de la vivienda y calidad de vida de sus habitantes; bien por su condicion estética y estructural. Tambien es habitable, una vivienda saludable y sana. Los aspectos inherentes al acondicionamiento estético del interior son subyacentes y no prioritarios. El inicio de la rehabilitación enmarca la pintura, la ventilación, la corrección de fugas y la prevención de enfermedades en la estructura.
Deseamos inspirarte en el mantenimiento para que no sea necesario la rehabilitación. Si nos abocamos a la prevención evitamos las correcciones y más gasto para la recuperación.
Coloca la grama a una distancia de 50 cm del muro, ya que adosarlas sería fuente de humedad constante que se absorbería y pondría en peligro la estructura de la fundación. Los arquitectos e ingenieros recomiendan una franja de 50 cm de hormigón con pendiente hacia el jardín y por supuesto drenaje alrededor.
No se debe tapar la ventilación presente en los aleros o frontones de la casa, pues ayudan al paso del aire, evitando la condensación en las planchas del techo o cubierta.
La ventilación adecuada implica renovar el aire en el interior de la casa. La calidad del aire y la humedad adecuada se logrará con esa renovación. Así se evita la condensación y la humedad en muros, techos y ventanas. Esto mejora las condiciones de habitabilidad, pues una vivienda sana y saludable es habitable.
Las piedras calizas y areniscas son porosas y por ello se manchan si no las protegemos, sellamos y barnizamos con varias capas.
Retoca la pintura interior por lo menos cada dos años, manteniendo así su valor estético. Observa si hay algún desgaste focalizado y repáralo. En el techo de la cocina elimina la humedad por condensación y la formación de hongos; utiliza cloro para limpiar la superficie, aplica anti hongos y pinta nuevamente. No aprietes excesivamente la grifería, las gomas se dañarían prematuramente causando goteras y filtraciones y en el lavaplatos evita el uso de corrosivos que dañarian las tuberias.
Examina el estado de las vigas de madera del interior y comprueba si son estructurales. Verifica si presenta grietas o carcoma lo que implica un riesgo para la estructura y habrá que sustituirlas. De no ser así, se limpiará meticulosamente y se preparará la madera para su nuevo aspecto. Se lijará la vieja pintura o barniz para eliminar esas capas gastadas. Después de lijar revisa si hay manchas negras en la madera, sánalas con productos fitosanitarios especiales y cubre con pasta para madera, y ya, aplica el acabado final a la viga saneada
Cuando los marcos son de acero o aluminio es bueno el mantenimiento contra la corrosión de los perfiles. Primero elimina las manchas de oxido, luego coloca un anticorrosivo y al final dos manos de esmalte. Revisa las planchas o tejas que conforman la cubierta, elimina las fisuradas y las quebradas. No olvides la pintura del exterior, es mejor invertir por las garantizadas ante las inclemencias de la intemperie.
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