Hablamos de reformas: ampliando la cocina y el salón

Marisa Alcore Marisa Alcore
Salón-Cocina, interior03 interior03 Living room
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Cuando hacemos reformas en casa siempre nos mueven los mismos fines: ganar más espacio, mejorar la distribución de nuestras viviendas o darle un aspecto nuevo y moderno a las decoraciones obsoletas. Ya puestos a hacer obras en casa, algunos aprovechan y echan abajo todos los tabiques, realizando una reforma integral que construya nuevas normas de juego en el mismo tablero. Otros, sin embargo, deciden ir poco a poco y empezar por lo más necesario, que siempre suele ser el salón, la cocina y el baño. La sala de estar es de los lugares de casa donde más vida hacemos, por lo que configurar un paisaje agradable y acogedor está siempre en las primeras posiciones de nuestra lista de deseos. Por otra parte, la cocina y el baño, por sus características y usos, son espacios a los que el paso del tiempo dejan más arrugas y cicatrices. 

Hoy en este libro de ideas os contamos una historia común y habitual que bien podría ser la de cualquiera de nosotros: la reforma de una cocina y un salón, unificándose en un mismo espacio, pero manteniendo cierto grado de privacidad. Os lo contamos a través de cinco imágenes que muestran el antes, el durante y el después de esta ampliación.

El antes

En el estado previo a esta reforma, la cocina y el salón se encontraban en habitaciones separadas comunicadas entre ellas únicamente por una puerta de madera. Esta composición de cuatro imágenes nos muestra este momento: un salón de geometría peculiar y diseño anticuado abarrotado de muebles y trastos. Tanto su distribución, como sus materiales y colores no jugaban a favor de su reducido tamaño y acentuaban más sus defectos. Dos grandes puertas daban acceso a un balcón cerrado: un espacio estrecho que estaba en tierra de nadie, ni dentro ni fuera. El aspecto de la cocina, aunque mejor, también era desfasado y caduco. 

El durante

Esta otra composición de imágenes que os mostramos representa el proceso de la reforma. En las tres primeras vemos pavimentos levantados, tabiques hechos añicos en el suelo y estructuras sacadas a la luz. La siguiente etapa muestra el replanteo: ¿por dónde abrimos?, ¿cómo cerramos? Las tres últimas presentan un escenario diferente: el espacio parece mejor ordenado, más claro y luminoso. Va pintando bien. 

El después

Resulta difícil creer que este salón sea el mismo que el que veíamos en las primeras fotografías. El espacio parece más ordenado. Aunque su geometría no ha variado lo más mínimo, su forma parece más armónica gracias a los tonos claros y materiales nobles que configuran ahora el paisaje. El balcón ha dejado de ser un espacio aparte y aislado para formar parte del salón: se han ganado metros para disponer una pequeña zona de comedor. A través de la imagen 3D a vista de pájaro podemos tener una perspectiva distinta: la cocina y el salón se comunican ahora a través de un gran hueco en el muro, lo que no solo ha permitido ganar sensación de amplitud, sino también que la cocina haya encontrado una distribución más óptima. 

El paisaje

Aproximándonos al asunto, podemos observar con mayor claridad y precisión los detalles del diseño. Se ha optado por unificar en blanco el color de las paredes, ganando más luminosidad y amplitud visual. El pavimento de madera, sin embargo, aporta la dosis de calidez que necesita cualquier paisaje de tonos fríos. También el mobiliario ha sido elegido especialmente para la ocasión, con piezas modernas y acordes a este tipo de salones. Al fondo, destaca un muro perforado construido de ladrillo que tamiza la iluminación creando un misterioso juego de sombras y visuales. 

Las virtudes

Giramos 180º para entender cómo se comunican la cocina y el salón entre ellos. Aunque ambos espacios estén unidos por un gran hueco, una mampara de vidrio translúcido permite que ambos usos se independicen, algo muy útil cuando se cocina. Como hemos dicho antes, esta reforma no solo ha ganado metros cuadrados, sino también ha conseguido darle la vuelta a los defectos del espacio convirtiéndolos en virtudes. Es el caso del recoveco donde se ha decidido colocar el sofá, convertido casi en un altar gracias a la iluminación indirecta, el tratamiento que se le ha dado a la viga de cuelgue y a la nota de color puesta en el muro.

Ahora el diseño se adapta al espacio en un equilibrio armonioso. 

Si estás pensando en hacer reformas en casa y necesitas más proyectos para inspirarte, échale un vistazo a estos libros de ideas:

Antes y después: la elegante reforma de un piso en Madrid

La reforma de la casa de la abuela

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