La increíble metamorfosis de un piso muy viejo

Silvia Pino Silvia Pino
classic by Better Home Interior Design, Classic
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Sí. El estado de este apartamento de 52 m2 era tan crítico, que después de la transformación parece que ha revivido. Se trata de una vivienda ubicada en un edificio de los años 50 que había dejado pasar el tiempo sin modificarse nada en absoluto, lo que suponía un estado lamentable de sus revestimientos, paredes, mucha suciedad y sobre todo, seguíamos viendo unos materiales oscuros y muy anticuados que iban a hacer imposible la venta, que era el objetivo de los propietarios.

La metamorfosis que vamos a ver viene da la mano del estudio polaco Better Home, un equipo encargado principalmente de proyectos de Home Staging.

La cocina en estado previo

La cocina tenía algo muy bueno y era la gran ventana que inundaba de luz el interior. Sin embargo, el resto era un caos: muebles de distintas medidas y estilos distribuidos sin orden aparente, falta de espacio para almacenar los utensilios y sobre todo, un desorden generalizado.

La nueva cocina

No parece la misma. En el nuevo diseño de la cocina se optó por la simplicidad y el abuso del color blanco. De esta forma se consigue una sensación muy agradable de amplitud y de limpieza. Además, ¡ahora entran unas ganas locas de ponerse a cocinar!

El salón en estado previo

La base con la que se encontraron los arquitectos era por lo menos, buena. Muy buena. ¿Por qué? Sobre todo por la iluminación de la vivienda. Al tener balcón todo el salón se ilumina con luz natural, algo que ocurre también en el resto de estacias, incluso en la cocina, gracias a las grandes ventanas.

En la fotografía vemos el estado previo del salón, desde el cual se accede al balcón. Podemos comprobar que la vivienda había estado deshabitada durante mucho tiempo: paredes sucias, pavimento en mal estado, ausencia de decoración y mobiliario… ¡Pero esto va a cambiar en unos segundos!

El nuevo salón—parte 1

¡Qué gran cambio! Simplemente con la nueva pintura blanca de las paredes y el pavimento se ha conseguido un efecto muy distinto del que veíamos en la imagen anterior. Si a esto le sumamos una elección muy acertada de mobiliario de líneas clásicas y minimalistas y unos toques de color malva, el resultado es increíble.

El nuevo salón—parte 2

Seguimos en el salón. Desde esta perspectiva tenemos una visión general de lo que es ahora la estancia. Es decir, una habitación sencilla, sin exceso de mobiliario, limpia y cuidada, en la que la atmósfera que se ha creado se encuentra entre lo clásico -en recuerdo de lo que fue la vivienda- y lo moderno. ¡Un tándem perfecto!

Dormitorio en estado previo

En el dormitorio el color predominante era el marrón. Lo veíamos en cada una de las superficies: suelo, muebles, paredes, colcha de la cama… Un color que, si no se abusa de él, puede ser un gran aliado para crear atmósferas acogedoras. Pero no era el caso. Algo que además se unía al gran desorden de la habitación. Pero veamos en qué se ha convertido.

El nuevo dormitorio

Con unos pequeños cambios, el dormitorio se ha transformado por completo. Al igual que en el resto de la casa, el pavimento fue sustituido y las paredes pintadas de blanco. Y en cuanto a los muebles, se eligieron los más funcionales y en mejor estado y se reutilizaron. Pero otros fueron descartados para no saturar de nuevo el espacio. 

Sin embargo, lo más atractivo de todo es el efecto que causa el color malva en este interior.

El balcón en estado previo

Vamos a terminar con el balcón, quizás la estancia que ha sufrido el cambio más radical, ya que antes de la intervención, el balcón hacía las veces de trastero. Una pena, ¡porque se le puede sacar mucho partido!

El nuevo balcón

¿Qué os parece? Simplemente con ordenar, limpiar y pintar de nuevo las paredes el balcón parece otro. Ahora hay suficiente espacio para poder merendar al sol y disfrutar de las vistas de la ciudad.

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