Cómo construir una pérgola de ensueño

Armando Cerra Armando Cerra
The BIOCLIMATIC Pergola by SOLISYSTEME, SOLISYSTEME SOLISYSTEME Lean-to roof
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La pérgola de un jardín puede ser un elemento completamente independiente o unido a un edificio mayor, al que le añade superficie útil, pero mediante un sistema de construcción mucho más simple, y desde luego más económico. De hecho, las pérgolas son recurrentes en los jardines, y también los parques públicos, donde llevan apareciendo siglos. Se trata de un elemento arquitectónico que pone en contacto al hombre con el paisaje, y en sí mismo fusiona las ideas de cerrado y de abierto. Nos proporciona refugio, y sin embargo también nos puede dar la sensación de disfrutar del aire libre. Por todo ello una pérgola es un elemento que debería aparecer en cualquier jardín que se precie, ya que su presencia hará que se pueda disfrutar mucho más del propio jardín.  Y todo ello con una inversión bastante asumible, ya que se trata de un tipo de obra cuyos materiales no tienen porqué ser caros, e incluso se la puede construir uno mismo.

Si estás pensando hacerte con una pérgola próximamente, toma nota de alguna de las ideas que aquí te aportamos, distinguiendo entre las pérgolas unidas a un edificio y las independientes.

​Una pérgola como añadido

Si optamos por aprovechar la fachada, seguramente interna o trasera de nuestra vivienda, para instalar allí una pérgola, hay que valorar la integración del nuevo elemento en el conjunto. Es decir, dependiendo de si la fachada es de piedra, yeso u hormigón, habrá que optar por los materiales más oportunos, ya que las pérgolas pueden ser de materiales muy variados, desde madera a aluminio. Una vez resuelto el tema estético, hay que ir pensando en cómo se van a unir la casa y la pérgola. En esto también es importante conocer el funcionamiento de los diferentes materiales. Por eso, y por si es necesario realizar piezas a medidas o trabajos específicos es recomendable recurrir a profesionales, ya que no olvidemos que una pérgola debe ser ante todo segura y que no se corra ningún riesgo estando bajo ella. Por eso, si no se tienen muy claras las faenas a realizar en su instalación, no lo dudéis. Consultar y contratar a profesionales. Eso tal vez se puede ahorrar si se opta por pérgola independientes, ya que dependiendo del tamaño y sus materiales, se venden prácticamente como sencillos kits de montaje. Aunque claro aún así hay que tener en cuenta los pasos que os contamos a continuación.

​Elegir la colocación

La ubicación correcta es algo fundamental, básico. Lo vamos a repetir, antes de comprar los materiales para construir la pérgola, pensar cómo será o decidir si será de madera o metálica, lo primero es decidir su ubicación. De ello resultará que sea útil o no, y por lo tanto que la disfrutemos. Pensad una cosa. Una pérgola no tiene paredes, sus muros son las vistas que se contemplan desde ella. Otro factor importante, la pérgola la usaréis para comer, tumbaros la siesta o sentaros a charlar, es decir, necesitáis que su solar sea llano. Podéis colocarla en un terreno inclinado, pero saber que tendréis que gastar en su nivelación.

​Las pérgolas de madera

Ya hemos avanzado que las pérgolas pueden ser de distintos materiales, no obstante las más tradicionales suelen ser de madera, y no solo por tradición, sino también porque la madera suele encajar muy bien con los entornos naturales donde se integran las pérgolas. Hay distintos tipos de madera adecuados para este tipo de construcciones, desde el clásico pino con tratamientos fungicidas hasta otras maderas más coloridas como el nogal, el castaño o el alerce. Y desde luego para pérgolas de grandes dimensiones, con amplios espacios abiertos, es recomendable hacer uso de la madera laminada.

​Pérgolas metálicas

Sin embargo, si queremos darle una presencia más moderna a nuestra pérgola, y también acorde con el diseño de nuestro jardín o de nuestra vivienda, entonces se puede recurrir a materiales metálicos, como el hierro o el aluminio. Se pueden encontrar pérgolas de estos materiales de carácter modular, cuyo ensamblaje es muy fácil. Y por otra parte en este tipo de pérgolas, también es interesante tener en cuenta sus posibilidades bioclimáticas, algo muy interesante a corto y largo plazo. De hecho, hay soluciones muy interesantes en empresas especializadas como Solisysteme

​Distintas plantas para las pérgolas

Si hemos visto variedad de materiales, también se pueden pensar en distintas formas: cuadradas, rectangulares, octogonales, circulares, etc… Para decidirse por unas u otras hay que valorar el espacio disponible, pero también hay tener en cuenta su ubicación. Es decir, si es completamente independiente, o si es el principio de un sendero por el jardín, o si está unida a la vivienda. Esa ubicación y su relación con los elementos más próximos ya dicta en parte su planta, sobre todo en cuanto a la circulación de personas y la disposición de elementos. Porque si la pérgola es independiente se puede hacer una distribución central de elementos. Mientras que si la pérgola se relaciona con un sendero o con una fachada, eso lleva implícita una determinada distribución interna de sus elementos. 

​Protección final

Ubicación, materiales, dimensiones y forma. Ya está todo decidido, diseñado y nos hemos atrevido a montarlo por sí solos, o hemos recurrido a manos más expertas. Pues bien, aún podemos hacer algo más, y es invertir en su estética y en su protección. Sí. Las pérgolas por definición van a estar expuestas a la intemperie. Las lluvias, el viento y sobre todo el sol van a incidir sobre ella y si no la cuidamos, la acabarán por estropear. Por eso, dependiendo de los materiales mirad bien qué tipo de productos hay que aplicarle, cómo y cada cuánto. Un pequeño trabajo importante y rentable, porque no vais a tener que cambiar de pérgola cada poco tiempo.

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