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¿Qué hace que una vivienda se gane el adjetivo de bonita? No existe fórmula matemática que nos asegure este resultado, sin embargo, combinando las dosis correctas se produce una reacción que inunda de belleza todo lo que la rodea. Es lo que ocurrió en este ático de Barcelona durante su reforma. Luzio fue la tienda elegida para amueblar y decorar este apartamento. Se explotaron al máximo sus cualidades, el apartamento ganó luminosidad, amplitud y funcionalidad, y se convirtió en un hogar que refleja a la perfección la personalidad de sus propietarios. Los colores, el mobiliario y los detalles completaron la reforma que conectó espacios, ensanchó circulaciones y mejoró la distribución de este piso situado en la ciudad condal. Descubrimos todos sus secretos a través de un recorrido virtual por sus diferentes estancias.
Comenzaremos el recorrido por la terraza ya que, ¿no es este uno de los sitios más especiales de un ático? Para convertir esta estancia en habitable se optó por amueblarla como si de un espacio interior se tratara, así podría convertirse en un espacio igual de habitable que el resto. Con la madera como material protagonista, tanto en la pérgola como en el pavimento, y un fondo vegetal que preserva la privacidad de esta terraza, se eligió un mobiliario cómodo que combina el estilo mediterráneo con el industrial.
Con vistas a la fabulosa terraza de antes encontramos la zona de día de la vivienda. El salón es amplio y luminoso, y en él son las piezas de mobiliario las encargadas de organizar esta habitación donde no tienen lugar los tabiques. Se creó una zona de tertulia con la presencia de dos sofás, una mesa de aire industrial y dos butacas.
Las entradas a las casas suelen ser a través de espacios oscuros y de reducidas dimensiones. En este se procuró crear un lugar acogedor que diera una bienvenida de lo más calurosa a sus habitantes. Por este motivo, la puerta de vidrio que separa el salón del vestíbulo se construyó con hierro y vidrio, el hall resulta más amplio y puede iluminarse naturalmente gracias a la luz que llega desde el salón. Una alfombra bereber y una original escultura completan la decoración de este primer espacio de casa.
Situado frente a la gran fachada de vidrio que separa el interior del exterior se situó el comedor, con una gran mesa de madera franqueada por sillas de color oscuro. Dos lámparas doradas de estilo mid century cuelgan del techo remarcando su presencia. Podemos intuir cómo la mezcla de estilos ha sido la culpable de que esta estancia resulte atrevida y a su vez sencilla, moderna y tradicional.
Al igual que en la entrada de la casa, el hierro y el vidrio son los encargados de separar la cocina del exterior. Así, este espacio alargado podía obtener la mayor cantidad de luz natural posible. En un estilo entre el mediterráneo y el rústico, la cocina se diseñó con una isla fuera de lo normal. Y es que la pieza que se sitúa en el centro de la estancia no es otra cosa que una mesa puramente rural. El mármol blanco del suelo aporta una nota de frescura y distinción.
El estilo del dormitorio es similar al del resto del ático, sin embargo, aquí se jugó con las texturas creando un ambiente de suave que invita al relax y el descanso. Se incluyeron piezas con carácter, y es que el interiorismo de este piso buscaba destacarse del resto y encontrar un estilo propio que reflejase la personalidad de sus propietarios.
Hasta aquí el recorrido por este apartamento. Si quieres seguir leyendo sobre pisos ideales, no dudes en echarle un vistazo a:
