Antes y después: de casa en ruinas a piso DE REVISTA

Vanesa Matesanz Vanesa Matesanz
modern by Transition Interior Design , Modern
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En homify nos encanta ver cómo no hay nada imposible en lo que a decoración y arquitectura de interiores se refiere. Probablemente si muchos viésemos el antes pensaríamos que tenemos ante nuestros ojos un piso por el que ya poco se puede hacer. Pero es completamente al contrario: contamos con un universo de posibilidades para renovarlo totalmente. Y eso es precisamente lo que han hecho los diseñadores de interiores franceses de Transition Interior Design, un estudio afincado en París. 

Han transformado por completo un piso de 36 metros cuadrados que se caía a trozos en un espacio moderno, funcional, luminoso, con espacios amplios y perfectamente distribuidos. ¿No te lo crees tras ver la foto del antes? Pues no quites ojo a este proyecto con el que conseguirás sacar en claro muchísimas ideas y con el que verás que no hay nada imposible. 

1. Antes: total abandono y destrucción

El estado en el que se encontraba la vivienda era lamentable. Paredes destruidas, cables al aire, suelos en desnivel… Pero lo cierto es que contaba con una materia prima bastante buena si la sabemos apreciar: techos altos, grandes espacios en los que jugar con la decoración y las divisiones de ambientes… buenas posibilidades si sabemos sacarle todo el partido posible. Y eso es exactamente lo que han hecho los arquitectos de interiores y los decoradores: ¡una obra maestra! 

Después: luminoso y moderno

Sí, créenos si te decimos que seguimos en la misma vivienda, no nos hemos ido a ninguna parte. Este es el resultado que vemos después de pasar por manos expertas. ¡Y qué manos! Han jugado a introducir un espacio diáfano, abierto, pero con una perfecta separación de ambientes a través de cristaleras transparentes. El mobiliario es muy moderno aunque con toques vintage, colorido, funcional… Todo además pintado en blanco impoluto para no restar un ápice de luz al entorno. La madera del suelo aporta calidez y belleza. 

2. Antes: cocina anticuada y encerrada

Una cocina que desde luego no estaba tan ruinosa como el espacio que veíamos en la primera foto del antes pero que era de todo menos bonita. En su día debió de cumplir sobradamente con la estética del momento, con la funcionalidad y con el diseño. Pero su tiempo ya pasó. Los muebles revestidos en madera antigua, con baldosa en color crema… todo en un espacio encerrado y sin un ápice de luminosidad que nos da sensación de agobio y angustia. ¡Claustrofóbica!

Después: cocina abierta y perfectamente aprovechada

¡El cambio es sensacional! Nos topamos de lleno con una cocina abierta, diáfana, integrada perfectamente en el salón pero sabiendo guardar el espacio que le corresponde. Han sabido aprovecharse cada uno de sus rincones y el espacio en vertical para colocar el almacenaje y los electrodomésticos integrados. Además se ha colocado una península para tener espacio de encimera y de fregadero, lo que además ha permitido que se coloquen 3 taburetes para usarla como barra de desayuno. ¡Lo más! 

3. Antes: baño pequeño y viejo

Seguimos viendo cómo era esta casa antes de ser reformada y redecorada: anticuada, cerrada, con poca o ninguna luz y con materiales completamente desfasados. Y para desfasados estos baldosines utilizados tanto para suelo como para paredes, y este WC con tapa en color morado… ¡Un auténtico horror! Un baño que quedó anclado en otra época, lo que nos demuestra que no es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor

Después: blanco impoluto

El baño tampoco daba mucho más de sí en dimensiones pero sí se podía hacer mucho en cuanto a materiales, pintura, mobiliario… Y eso es precisamente lo que se ha hecho. Un baño que irradia luz, naturalidad, con un WC muchísimo más moderno suspendido con cisterna oculta. Además el lavabo, las baldas, el espejo… son elementos elegidos a la perfección para encajar en un espacio tan pequeño. ¡Nos encanta! 

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