Nos vamos a Madrid para mostraros el resultado de una reforma integral en una vivienda de 130 metros cuadrados en el barrio de Chamberí, frente a los Nuevos ministerios.
El proceso de diseño de la nueva distribución quería, por una parte, potenciar la amplitud visual de la zona pública de la casa aprovechando la estupenda luz que entra por el amplio ventanal del salón. Por otra, los diseñadores se proponían mejorar los espacios privados existentes ampliándolos y configurándolos según los elementos que se iban a integrar en ellos. El estudio CN Interiorismo Paloma Angulo fue el encargado de realizar la obra. Profesionales que con más de veinte años de experiencia, diseñan, desarrollan y coordinan cada uno de sus proyectos.
El resultado de la reforma fue este espectacular espacio abierto que une el salón y el comedor. Aquí, la luz se vuelve la protagonista y aporta calidez a una estancia de diseño contemporáneo y ligero. Para los inquilinos de la vivienda fue muy importante aprovechar al máximo la altura de la casa y para ello se demolieron los falsos techos y se bajó solo lo imprescindible en la zona del pasillo, los baños y el cuarto de planchado, para crear espacio en el que ubicar los conductos del aire acondicionado y la maquinaria interior.
De esta forma dos grandes vigas quedaron al descubierto en el salón y en la cocina, y se decidió dejarlas vistas.
Los colores elegidos para la mayor parte del apartamento son los neutros, que van desde el blanco hasta el gris pasando por los tonos tierra, acompañados siempre de piezas cálidas en madera y detalles en negro. Muchos son los elementos que crean ese aire contemporáneo en la vivienda: la la mesa con tablero de madera de bambú, las luminarias en color negro de Tom Dixon…
La carpintería en negro separa la entrada del comedor pero deja que la luz fluya entre las estancias gracias a las puertas correderas con cristal mate.
De nuevo en el salón miramos a través de las dos puertas correderas de madera teñida de negro y descubrimos el despacho.
Las dos butacas de la zona de estar fueron una herencia familiar de los inquilinos, combinan perfectamente con la alfombra tipo patchwork en tonos grises que destaca sobre la tarima de madera de roble.
Justo enfrente del salón encontramos la cocina, en la que continúa el estilo neutro del resto de la vivienda. El gris se ha elegido para el pavimento cerámico y en las paredes de yeso el blanco consigue ampliar la estancia. El mobiliario de cocina se eligió en acabado blanco brillante con tiradores tipo uñero de acero, que combinan con electrodomésticos de acero inoxidable.
Para la zona de la barra se han elegido dos taburetes Tolix de estilo industrial en un fuerte color naranja. Las lámparas son otro de los elementos singulares: dos bombillas globo con el cordón en rojo.
La continuidad estética se extiende hasta el cuarto de baño, diseñado al milímetro y en el que se ha buscado generar zonas de almacenaje que se integren en la estancia para conseguir ligereza visual.
El espejo hasta el techo tiene una puerta lateral que da al espacio de almacenaje y una hornacina lateral que se aprovecha también en el interior de la ducha. Bajo él, los profesionales colocaron una encimera con lavabo integrado del mismo material.
Las tonalidades neutras continúan en el dormitorio y el negro es aquí también, el encargado de añadir el contraste. El pavimento de tono anaranjado casa a la perfección con el color y el diseño de los textiles y el cuadro sobre el cabecero es una decoración sencilla pero suficiente.
El resultado final es una vivienda funcional, de espacios amplios y acogedores. Con una estética contemporánea de colores neutros con algún que otro acento industrial. Ha sido muy bien elegida la distribución. En el plano, vemos las puertas correderas que separan las amplias estancias y consiguen también unirlas, como en el espacio abierto del salón, comedor, vestíbulo y despacho.