El minimalismo nace en Estados Unidos en los 60s como una continuación de la tradición geométrica de este país y constituyéndose como la última parada en ese tren que se llamó reduccionismo. El nombre viene del inglés, minimal, término que acuñó el filósofo británico Richard Wollheim, aunque no se refiriera a arquitectura, sino a las obras del pintor Ad Reinhardt. Minimalismo significa reducir a lo esencial, a lo mínimo, despojando a los edificios de cualquier elemento superfluo. Se asocia con este estilo decorativo, la frase menos es más
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En arquitectura, este movimiento concibió diseños realmente soberbios y la influencia del estilo minimalista fue tal, que dentro de la arquitectura contemporánea, podemos encontrar montones de arquitectos que siguen inspirándose en los edificios más representativos del minimalismo. El movimiento tomó y adaptó premisas de la arquitectura y el diseño japonés, por lo cual en ocasiones, la influencia asiática es visible y el arquitecto nipón Tadao Ando, una de sus figuras más emblemáticas.
¿Cómo podríamos reconocer una casa de inspiración minimalista en nuestros días? Encontraremos características similares a las de las casas de este estilo del siglo pasado como la el uso de formas geométricas, la ausencia de color o un predominio del blanco, las líneas son depuradas y se despoja a las formas de todo elemento que no obedezca a una función. En las fachadas minimalistas veremos volúmenes o prismas, como también se les llama, pueden presentarse superpuestos o adyacentes, no siguen una forma predeterminada, ni buscan simetría en sus interacciones. Estos volúmenes se proyectan o se retraen y encontraremos que estas edificaciones son ricas en la parte conceptual, con diseños engañosamente simples, que en realidad, pasaron por un complejo proceso creativo que los redujo a lo esencial, despojándolo de ornamentos inútiles.
En la Argentina, este estilo lejos de desaparecer sigue más que vigente y es muy buscado por los comitentes que se dejan seducir no sólo por la pureza de estos diseños, sino también por la filosofía que se esconde tras de ellos.
En este libro de ideas les traemos 18 ejemplos, que no tienen nada que envidiarle a las casas minimalistas americanas de los años 60.
Menos es más