Prepará tu casa para que tu cita con él sea un éxito

Gabriela  García Gabriela García
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Recibir la visita de un hombre que te gusta en tu casa puede sumar puntos para que la relación prospere… o hacer que le den ganas de huir despavorido. Tu casa, al igual que la ropa o las actitudes, hablan mucho de cómo sos. Y dan indicios que a lo mejor no te gustaría que salieran a la luz.

Hay detalles a tener en cuenta que te pueden ayudar, y  objetos y hábitos que tal vez haya que disimular o en un principio, dejar de lado hasta que prospere la relación. Para el nuevo visitante pueden ser un foco de alerta que lo asuste o aleje para siempre. Y hay otros que lo pueden atraer e invitar a que se quede. Descubrilos. 

1. Una buena, primera impresión

Hay una sola oportunidad para tener una buena primera impresión y saberlo de antemano te da una gran ventaja. Cuando él entre a tu casa por primera vez, hay cosas que no debería ver: caos. Tratá de que esté todo ordenado, sin percheros que se caen de ropa, carteras, paraguas y bolsas del shopping en el sillón de la entrada. ¡Y mucho menos los zapatos tirados a un costado!

2. Tu cocina, a prueba de todo

Nada más poco inspirador que una mujer con olor a cebolla frita. Seguramente él apreciará y valorará un rico plato preparado por vos misma. Pero también tenés que lograr un clima que te haga irresistible, así que ingeniátelas para que los aromas no queden flotando en el aire de la cocina, en resto de la casa ¡y mucho menos en tu pelo, tu ropa o tus manos! 

3. No te pases con el rosa

La protagonista de Como perder a un hombre en 10 días sabía que el exceso de rosa era un repelente muy efectivo para cualquier hombre. Por eso había llenado su baño de estuches, cepillos, cajitas y alfombras que le hubieran encantado a Barbie. Si tu intención es conservarlo y te gusta mucho el rosa, tratá de que no se de cuenta y escondé los almohadones, volados y puntillas rosadas.  Estos detalles son para una nena o una adolescente.

4. Sacá las fotos y objetos personales de tus ex

Los hombres son muy territoriales, y cuando uno de ellos llega a tu casa le gusta sentir que es el dueño del lugar. Sin duda le va a resultar muy antipático ver que quedan vestigios de otro que estuvo antes que él. Además podés estar dando el mensaje ambiguo de que todavía quedan brasas de la relación anterior que no querés apagar para siempre. Así que fuera con las fotos, prendas, sombreros, y todos los objetos que se puedan relacionar con una vida sentimental del pasado. 

5. Que tus espacios no sean muy locos

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Sobre gustos no hay nada escrito y todos lo sabemos. Pero si tenés alguno exótico o poco convencional, puede jugar en tu contra y no es conveniente que lo dejes demasiado a la vista. Al menos en un principio. Cuando él ya haya sido cautivado por tus encantos, ya podés mostrar sin miedo tus fanatismos o gustos poco tradicionales, como por ejemplo una colección de bichos embalsamados, los cómics de la década del '60 o una computadora llena de juegos de rol que te pondrían a la par de Sheldon Cooper, el protagonista de The Big Bang Theory. Puede ser que te parezca que no estás siendo del todo sincera ¡pero él también tiene sus secretos! 

6. Decorá con plantas

Las plantas siempre suman al momento de decorar un espacio, ya que dan idea de relax, movimiento, frescura y de vida. Un buen clima ayuda mucho en una primera cita. 

Si no tenés mano verde, hay especies muy resistentes que sobreviven hasta al dueño de casa más olvidadizo. Y el mercado hoy ofrece algunas muy lindas, incluso con flores, hechas con tela y materiales sintéticos que engañan hasta al ojo más experto. Lo importante es dar ese toque verde que le suma mucho a la ambientación de tu casa.

7. Un toilette impecable

Si querés dar una buena impresión, tratá de que tu toilette sea sobrio, elegante y que esté limpio y prolijo ya que va a hablar de vos.  Revisá dos o tres veces que no haya cosméticos, prendas ¡y mucho menos pelos! Un espacio lo más sencillo posible te ayudará a cometer pocos errores. Aunque podés darle ese toque que le agregue personalidad y estilo, como un lindo adorno, un cuadro o un buen marco de espejo. ¿Te animás?

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