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En este libro de ideas vamos a hablar del terciopelo y de su lugar en la decoración. Siempre debemos tomar en cuenta que textiles y tapicería son elementos vitales a la hora de decorar nuestros ambientes. No sólo son determinantes en términos de color y de paleta, sino que dependiendo si se trata de alfombras, cortinas o tapicería, pueden tener un efecto visual poderosísimo en cada espacio en el que intervienen.
En esta oportunidad vamos a concentrarnos en uno de los géneros más lujosos y caros que existen. Se trata del terciopelo, una tela cuya opulencia hace que nuestros ambientes se conviertan en espacios de lujo con sólo incorporar una pieza tapizada en terciopelo.
Hay que tener en cuenta eso sí, que no se trata de la tela más práctica, ni la más barata tampoco. Su proceso de elaboración es muy complejo y esto se traduce en que no puede lavarse más que en seco y con productos especiales y que los precios estén del lado de los más caros.
Ahora, existen pocos géneros que puedan transmitir tanta nobleza como el terciopelo. La suavidad de su textura es muy codiciada. Esto se debe a la forma en la que se confecciona: un telar especial hila dos pedazos de tela simultáneamente, para ser posteriormente separados y de forma longitudinal se colocan en rodillos diferentes. Esto hace que tenga esa textura peludita y ese brillo tan particular. El terciopelo puede fabricarse con cualquier fibra: seda, algodón, lino, viscosa, acetato, poliéster, acrílico y más. Por supuesto dependiendo de la calidad de la materia prima, el precio del producto final será más alto, así como el acabado será mucho mejor.
Acompáñennos a conocer estos ambientes en los que el terciopelo en menor o mayor medida les otorgó una categoría mucho más lujosa de lo que habrían podido hacerlo otros géneros menos suntuosos.
En términos de diseño de mobiliario, el terciopelo se reserva para muebles de muy alta factura. La razón es que utilizar un género tan caro con maderas baratas u otros materiales que no estén a la altura, resulta extemporáneo. Lo mismo podría decirse de la calidad de la factura de estos muebles. Si van a ser confeccionados por profesionales con escasa experiencia definitivamente, el terciopelo es una opción demasiado complicada para trabajar.
Una de las tendencias de la temporada es la de mezclar almohadones de terciopelo con otros de géneros más livianos, creando así un equilbrio. De esta forma, podemos darnos el lujo de tener algunos almohadones de terciopelo sin vaciar la cuenta de banco. Por otro lado, un mueble entero tapizado en terciopelo puede resultar muy caliente durante el verano que se avecina, así que para subirse a esta tendencia del terciopelo en la decoración, esta es la opción más económica y flexible.
Las alfombras de terciopelo son el colmo de la sofisticación, pero es preciso elegir una variedad elaborada con poliéster, acrílico u otras materias primas que resulten más resistentes que la seda o la viscosa y que no pierdan su esplendor original después de varios lavados. Hablando de lavados, reiteramos que este género sólo puede lavarse en seco y jamás con productos con base de aceite.
EL terciopelo o velvet, como se lo conoce en inglés es muy utilizado en livings y en ocasiones en dormitorios. Pueden venir en presentaciones muy diferentes entre sí como son los lisos, gofrados, estampados, elastizados, en jacquard y más.También podemos encontrar tejidos de terciopelos con efecto epinglè
o bucle
, bastante más elaborados.
Una de las técnicas de tapicería en la que más se luce el terciopelo es en los muebles capitoné. Ya sean sillones, sofás o cabeceras de cama, esta técnica hace que se pueda apreciar mejor el brillo y la textura de este maravilloso material. Un efecto interesante es el que se crea forrando los botones del capitoné en un género o color diferente, como vemos en la imagen. Un clásico con un twist moderno.
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Otra forma de resaltar las maravillosas cualidades de este género, es combinándolo con otras telas o bien transparentes o directamente perforadas, como el encaje y el guipiur, que son ideales para bordarse o colocarse encima del terciopelo. En el almohadon gris con el aplique de guipiur, podemos ver lo bien que quedan juntos.
Tanto en la decoración como en la moda, es más común encontrar el terciopelo en tonalidades más bien oscuras, que permiten apreciar ese brillo particular cuando lo toca la luz. Pero el terciopelo en colores claros retiene su lujosa cualidad, a la par que transmite una sensación más suave, distendida y alegre.
Así como sucede con los almohadones de terciopelo, usar mantas de este material es otra forma práctica y económica de incorporar el codiciado tejido en nuestra decoración. Las mantas son más fáciles de limpiar y durante los meses más calientes simplemente se guardan a la espera de que bajen nuevamente las temperaturas. Recomendamos elegir colores profundos o intensos para las mantas, para que causen el mayor efecto visual posible.
Ya sea en muebles, cortinas, mantas, cabeceras de cama o en todas las anteriores, como en este dormitorio, el terciopelo con su lustrosa apariencia, le aportará a este espacio una sensación de abrigo, suavidad y un mix de texturas y profundidad, que pocos géneros podrían igualar.
