Diseño de bodega y viñedo de 4000 m2 en Tupungato, Mendoza

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
Bodega Atamisque, Bórmida & Yanzón arquitectos Bórmida & Yanzón arquitectos Commercial spaces Stone
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En este libro de ideas les traemos otro sensacional proyecto de los talentosos profesionales de Bórmida & Yanzón Arquitectos. Se trata en esta oportunidad del diseño de otra bodega, ubicada en un viñedo de 4000 m2. La Bodega Atamisque ubicada en Tupungato al pie de la Cordillera de los Andes tiene un diseño tal, que se inserta en el paisaje formando parte del entorno. El respeto por el emplazamiento es caractertístico de estos arquitectos en Mendoza, que entienden la importancia de crear un hábitat en el que bodega y viñedos se integren a la naturaleza formando un todo.


Tupungato, Mendoza

La bodega Atamisque se encuentra en el fabuloso Valle de Tupungato. Para llegar a este emplazamiento desde Mendoza hay que tomar el camino de los Cerrillos que recorre las primeras elevaciones cercanas a la cordillera. Al fondo, las cumbres nevadas sirven de telón para una serie de edificaciones que parecen imitar la forma de las montañas. La identidad de la bodega, está necesariamente conectada con el emplazamiento y el entorno, vinculándose con el paisaje tanto como por la finalidad de su existencia.

Diseño de bodega

Los desniveles del terreno fueron aprovechados creando un sistema escalonado de elaboración basado en la gravedad. El diseño se plantea en dos circuitos que tienen finalidades muy concretas: la elaboración del vino por un lado y el espacio destinado al turismo enológico. Volúmenes sucesivos rectangulares, rematados en techos a dos aguas, galería y patio, permitieron una construcción dividida en etapas.

Estilo rústico y materiales locales

El estilo elegido para estas bodegas es esencialmente rústico. Hay que recordar que Mendoza es una región de climas extremos, mucho calor en verano y un frío intenso en invierno, por lo que la aislación térmica era vital. Los techos a dos aguas están cubiertos con tejas de laja de piedra de la región en cortes naturales, lo cual garantiza que podrán hacerle frente a los fuertes vientos cordilleranos. Las paredes se levantaron con una mezcla de gravas del lugar con hormigón ciclópeo hidrolavado, un material muy amigable en la construcción y que necesita muy poco mantenimiento. Estos materiales esencialmente naturales, minimizan la huella de carbono de este complejo, haciendo hincapié en la sustentabilidad y ecología.

Turismo enológico

Como una parte importante de la operación de la bodega incluye el turismo enológico, el segundo circuito ofrece recintos dedicados al público, como este hall de entrada en el que se recibe a los visitantes.

Sector para catas y cava

Este sector está destinado para que los visitantes pueden probar, una vez finalizado el recorrido por las instalaciones, el fruto de tanto esfuerzo. Es interesante en este espacio el poder disfrutar de vistas de la imponente cava, mientras se llevan a cabo las catas.


Identidad regional y presencia de marca

La bodega se presenta como un complejo en el que se conjuga la producción de 500.000 litros de vino anuales, con su inserción en el valle mendocino. Esto representa el indivisible vínculo entre el terroir y sus frutos. La arquitectura de la Bodega Atamisque actúa como agente catalizador del escenario y la operación, integrándose al terreno, facilitando las tareas relacionadas con la elaboración y creando espacios donde esta relación dinámica pueda ser apreciada por el visitante.

Arquitectura e interiorismo de un resort moderno en Mendoza


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