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El proyecto que vamos a presentar en este libro de ideas es de los que nos pone verdes de envidia. Para empezar la ubicación ya nos pone la miel en la boca, y es que nos vamos hasta Mallorca. Pero además, es que la reforma de esta casa de pueblo, llevada a cabo por Bornelo Interior Design, ha conseguido crear unos interiores donde hasta el más mínimo detalle ha sido cuidado. Un interiorismo con cierto aire vintage y escandinavo que consigue crear un ambiente acogedor, cálido y muy cool. Pero aunque esto solo de por sí ya asegura una vivienda de revista, lo que el patio de esta casa de pueblo esconde es insuperable. ¡Vamos a descubrirlo!
Una casa vieja de pueblo es un verdadero diamante en bruto a la hora de reformarla. Y es que aunque puede tener muchas desventajas, cuenta con detalles que, si sabemos sacarle partido, pueden dar mucho carácter y encanto a la vivienda. Aquí, la vieja casa luce una distribución muy moderna, con espacios intercomunicados, como esta gran sala donde conviven salón, comedor y cocina. Sin embargo, no faltan los rasgos típicos de este tipo de construcciones, como las vigas de madera o el diseño de la escalera.
Uno de los espacios de esa gran sala multidisciplinar en la que se ha convertido la planta baja de la casa está destinado a la cocina. Su diseño moderno, con cierto aire escandinavo que le dan los tonos suaves de la madera, consigue crear un espacio funcional y elegante el mismo tiempo. La península ofrece una zona de trabajo, a un lado, y un práctico office al otro. Además, sirve para separar ambientes.
El cliente buscaba que la reforma, a pesar de modernizar la vivienda, tuviera cierto aire vintage y retro. El objetivo se ha conseguido a través de la selección de muebles que mezclan texturas en los materiales, mezclando maderas antiguas y metal. Un buen ejemplo es el aparador que nos encontramos en la entrada y que nos da una bienvenida llena de color.
El aire rústico de la vieja vivienda está presente también en los dormitorios, donde volvemos a encontrarnos con las vigas de madera. De nuevo texturas que se entremezclan en las mesillas de esta equilibrada y elegante habitación, en la que predominan los tonos blancos y grises.
Aunque toda la casa guarda conexión con la antigua construcción, en el cuarto de baño olvidamos cualquier tipo de huella con el pasado. Aquí lo que prima es la funcionalidad y por eso se ha diseñado un baño moderno, de carácter sobrio.
Subimos a lo más alto de la casa, un espacio abuhardillado que se ha concebido como un pequeño apartamento, en el que además de dormitorio encontramos una zona de ocio. Aunque si nos centramos en la zona del dormitorio hay que destacar el aire romántica del mismo. Y es que al encanto de los techos abuhardillados hay que sumarle también el carácter de las vigas de madera que lo atraviesan.
Si aun lado teníamos la cama, al otro aparece un sala de estar donde encontramos una brillante y alegre nota de color: la alfombra de inspiración étnica. El resto de piezas nos confirman el gusto por el detalle en la decoración: las sillas Acapulco junto a la ventana o la constante combinación de madera y metal.
En toda casa de pueblo que se precie no puede faltar un patio. En este se ha acondicionado una terraza para comer cuando el sol no aprieta demasiado. Al patio llegamos a través de puertas vidriadas, diseñadas así para absorber toda la luz e iluminar de esta forma hasta el último rincón del interior.
Pero lo sorprendente de este patio no es la terraza, sino esta espectacular piscina con la que terminamos nuestro artículo.
Si todavía quieres que te sigamos poniendo los dientes largos con casas como esta, te recomendamos el artículo Una casa con piscina entre montañas.
