Cómo limpiar tu casa con lejía

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Cuando piensas en tu hogar ¿qué te inspira? Ritmo, frescura, serenidad, intimidad… Son muchas y muy variadas las sensaciones o emociones que pueden evocar los espacios interiores. Sin embargo, es muy probable que en todas y cada una de las ensoñaciones vinculadas a tu casa, imagines tus espacios perfectamente organizados, limpios y ordenados. Sí, las tareas domésticas pueden no resultar demasiado atractivas pero, sin duda, resultan claves para hacer que los espacios se tornen inspiradores y cálidos.

De entre todas ellas, la limpieza es una cuestión básica y la lejía es una gran aliada para la desinfección e higienización de los ambientes. Pero ¿sabes cómo limpiar tu casa con lejía? ¿Cuáles son los escenarios en los que te ofrecerá los mejores resultados o cómo debes emplearla? Saca papel y lápiz porque te lo contamos todo en este libro de ideas.

Consejos básicos

Que la lejía es un producto básico de la limpieza del hogar no es ningún secreto pero hay que saber utilizarla para no convertir en fracaso lo que debería ser un éxito. Entre las recomendaciones básicas que debes tener en cuenta a la hora de limpiar con lejía en casa recuerda:

  • Diluirla siempre con agua fría (de lo contrario perderá su poder desinfectante)
  • Usa guantes para evitar daños en tu piel
  • Mantén el espacio que estés limpiando con lejía bien ventilado
  • Nunca la mezcles con amoníaco


Higiene máxima en la cocina

La cocina es, junto al cuarto de baño, el espacio de la casa donde la higiene no solo es recomendable sino obligatoria. Pero los usos que puedes dar a este producto en la cocina son de lo más variopintos. Teniendo siempre en cuenta el tipo de material, su uso está recomendado para la desinfección de suelos, encimeras y ¡hasta de los alimentos!

Eso sí, no olvides rebajarla con agua y utilizar siempre guantes.

Utensilios siempre a punto

Los utensilios de cocina también pueden ser objeto de desinfección con lejía, sobre todo, aquellos como los escurridores en los que, por lo general, suele concentrarse humedad. Del mismo modo ten en cuenta que bayetas y estropajos tienden a acumular gran cantidad de gérmenes por lo que, además de cambiarlos con frecuencia, no está de más que, de vez en cuando, los limpies con unas gotas de lejía. Déjalos a remojo y, posteriormente, aclara bien con agua y jabón y ¡voilà! Verás los resultados enseguida.

Desinfectar el cubo de la basura

Pero si hay un rincón de la cocina en el que el uso de lejía cobra aún más sentido ese es el cubo (o cubos de basura). Los restos son el caldo de cultivo perfecto para todo tipo de gérmenes por lo que la lejía será tu mejor aliada para su desinfección.

Lejía, también contra las manchas

Otra de las maneras más habituales de usar la lejía para limpiar el hogar tiene que ver con los tejidos. Hablamos de un producto con un potencial blanqueador muy importante aunque, si estás pensando en usarla para lavar la ropa, asegúrate de que se trate de ropa blanca (o en su defecto, lejía apta para ropa de color).

Dependiendo del tipo de mancha y tejido podrás aplicarla directamente en el cajón correspondiente de la lavadora, o dejar la prenda en cuestión a remojo.

Directamente sobre el tejido

Siempre atendiendo a las recomendaciones de los fabricantes, si las manchas en los tejidos son muy resistentes también puedes probar a aplicarla directamente sobre la superficie en cuestión. Manteles, camisas y hasta la tapicería del sofá pueden recuperar su blancura empleando lejía aunque, eso sí, antes de llevarte sorpresas, mejor hacer una prueba en una zona que no se vea para no provocar daños irreversibles.

Adiós al moho

¿Tienes humedades en casa? ¿El moho amenaza la salubridad de alguna de tus estancias? La lejía puede convertirse en tu mejor arma para luchar contra esta amenaza. Eliminar las manchas de moho en suelos o paredes puede ser tan sencillo como pulverizarla diluida sobre la superficie dañada y dejarla actuar unos minutos. Después, basta con retirarla con un papel absorbente (sin frotar para evitar la dispersión de las esporas).

Limpiar el baño con lejía

Si aún te preguntas cómo limpiar tu casa con lejía es muy posible que el baño también esté entre tus planes. Al igual que la cocina, esta habitación tiene unas condiciones especiales de humedad que hacen más que recomendable el uso de lejía. El uso es otro de los factores a tener en cuenta y es que, a mayor uso, más frecuentemente habrás de desinfectar.

Sanitarios y suelos

Utilizar un chorro de lejía para desinfectar el baño así como pulverizar la superficie de la encimera o el lavabo con lejía para una limpieza total son tareas habituales en el baño. Los suelos tampoco escapan a la desinfección que proporciona este producto básico de la higiene del hogar así que, si quieres una limpieza integral, combínala también para el pavimento con tu fregasuelos habitual.

También la bañera

Si tienes la suerte de contar con una amplia bañera, enhorabuena. Podrás disfrutar de baños relajantes pero no olvides desinfectarla con cierta frecuencia si compartes baño con otros habitantes de la casa ya que es fuente habitual de contagio de afecciones comunes como hongos o papilomas.

Para cualquier escenario

Aunque el baño y la cocina son los espacios más habituales en los que puedes emplear lejía como parte de los útiles de limpieza, otros escenarios son susceptibles de sucumbir a su poder de desinfección. Siempre teniendo en cuenta el tipo de suelo podrás emplear lejía en otros ambientes como terrazas o balcones.

Limpiar con garantías

Si bien es cierto que son muchas las ventajas del uso de lejía para limpiar la casa, no es menos cierto que tiene algunos inconvenientes, el principal tiene que ver con su potente olor que, en ocasiones, puede mitigarse con otros aromas. En todo caso, el abuso en la aplicación de lejía en la limpieza puede ocasionar problemas respiratorios así es que no olvides diluirla y mantener bien ventilados los espacios a limpiar.

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