El diseño del Goethe Institut de Barcelona

Marisa Alcore Marisa Alcore
industrial by estudio KAW, Industrial
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Hoy jueves 30 de octubre a las 20:00 se celebra la inauguración del Goethe Institut de Barcelona y por este motivo hemos decidido escribir una reseña sobre el nuevo diseño de su sede. El equipo del estudio KAW es el autor de este proyecto, donde la funcionalidad y la sencillez han encontrado un equilibrio perfecto. Podéis juzgar por vosotros mismos a través de estas imágenes y uniros a la opinión de todos sus clientes. Lo que más nos entusiasma de nuestro trabajo es ver que nuestros clientes aprecian y valoran nuestra intervención durante todo el proceso, y que quedan sumamente satisfechos con nuestras obras realizadas, palabras que ahora mismo corroboraremos. 

Los orígenes y el proyecto

Los clientes de este proyecto, el Consulado General de Alemania en Barcelona, el Goethe Institut Barcelona y la Editorial Herder, encargaron a KAW la renovación de este edificio existente situado en el Eixample de Barcelona, concretamentee en una de las esquinas del cruce entre las calles Provença y Roger de Flor. Su construcción puede remontarse al siglo XIX, cuando el inmueble era empleado como orfanato. Sin embargo, de ese entonces solo se mantinenen los 90 centímetros de espesor de sus muros. Ampliado y renovado, más adelante pasó a formar parte de la Editorial Herder y posteriormente fue destinado a oficinas de alquiler. En este punto nos encontramos, cuando el Goethe Institut decide mudarse aquí y convertir este edificio en un gran centro de enseñanza del idioma alemán. Se instala en el ala correspondiente a la calle Roger de Flor, ocupando las plantas baja, primera, segunda y sótano. El proyecto de reforma busca adaptar los espacios a las nuevas necesidades, reforzando su característica imagen, acentuando su propio estilo industrial y creando una estética más contemporánea.

En la imagen podemos observar el salón de actos, situado en planta baja en uno de los extremos. 

El programa

Junto a la sala que hemos visto antes en cota cero encontramos también el resto de funciones públicas: recepción, auditorio, guardarropía, luz y sonido, cabina de traducción simultánea, espacio de formación de profesores, cafetería y biblioteca, la que podéis ver en esta fotografía. La escalera de caracol, situada en la parte izquierda, fue construida de metal en la propia obra, lacada en blanco y situada en la biblioteca para poder acceder a la galería superior. Frente a las líneas rectas que dominan en el espacio, la escalera se construye curva rompiendo la heterogeneidad y haciendo un guiño a las formas del forjado de bóveda catalana. 

Volviendo al tema del programa, tenemos que hacer un apunte a lo completo y a lo planificado que se encuentra en el edificio. En planta sótano se ubican las estancias de uso poco frecuente como los almacenes, los espacios de mantenimiento y un camerino. Se conecta a planta baja mediante un montacargas, hecho que facilita su acceso y su funcionamiento. En planta primera se encuentra el aula multimedia y los espacios de administración. Y por último, en planta segunda se encuentran las aulas de la escuela. El esquema organizativo en planta es siempre el mismo: pasillo central con espacios a ambos lados. Sin embargo, en planta primera se rompe creando dos corredores paralelos y una banda central estanca destinada para guardar elementos importantes. 

Instalaciones y escalera

Dos son las escaleras de caracol que podemos ver en el proyecto, la de la biblioteca y la que vemos en la imagen: una similar, pero de barandilla opaca, situada en el vestíbulo y permitiendo el acceso a la sala de luz/sonido y a la cabina de traducción simultánea del salón de actos. Podemos encontrar una tercera de ida y vuelta que constituye en núcleo de comunicación vertical más importante y cuya inserción supuso una sustancial intervención estructural. Conecta las tres plantas sobre rasante y está construida de manera mixta con perfiles de hierro y hormigón liviano. 

El tema de las instalaciones en el proyecto fue algo complicado. Se intentó reutilizar todos los sistemas existentes posibles por cuestiones económicas y también ecológicas. Bajo la intención que hemos comentado antes de fortalecer el carácter industrial del edificio, se optó por dejar las instalaciones vistas, pero congeladas bajo el mismo color que predomina en todo momento en el proyecto: el blanco. 

El color y la despedida

Como ha quedado demostrado a través de las imágenes, el proyecto se pintá de un solo color buscando así una sensación de unidad espacial que ampare a cada una de las diferentes estancias. Así, todos los materiales se pintan de blanco colaborando con este monocromatismo. Nos hemos reservado la imagen de la recepción para el final con la intención de invitaros a visitar este centro y observar en primera persona su delicada arquitectura. 

Antes de terminar, sin embargo, queremos hablaros de su acceso. Aunque una de las premisas del proyecto era la imposibilidad de alterar la fachada abriendo huecos nuevos, sí que fue necesario abrir un nuevo acceso diferenciado al de las oficinas. Esto supuso una importante intervención estructural, teniendo en cuenta la cualidad portante de la fachada y las cinco alturas que se elevan sobre planta baja. 

Ahora sí nos despedimos, animándoos a que os paséis a conocer esta inervenveción en Barcelona. 

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