¡De mudanza! Descubre cómo no morir en el intento

Irene M.Tutor Irene M.Tutor
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No vamos a engañarte, hacer una mudanza no es algo fácil. Comenzar una nueva etapa en un nuevo hogar implica trasladar todos los objetos y enseres personales e instalarlos en una nueva vivienda. Dependiendo del volumen de elementos a trasladar, de la distancia y de otros factores, como la facilidad para cargar y descargar enseres en los edificios, la mudanza será más o menos complicada.

Sin embargo, hay otros factores sobre los que sí se puede influir, por lo que existen una serie de frentes que hay que trabajar para hacer la mudanza y no morir en el intento, ahorrando dinero por todos los gastos asociados y evitando a la vez alguno de los riesgos típicos, como son los desperfectos y pérdidas de objetos personales.

Menos es más, especialmente de mudanza

El primer consejo que recibirás a la hora de afrontar una mudanza tendrá que ver con la maravillosa ocasión que se te presenta para deshacerte de cosas que ya no necesitas o que ya no sirven. Tira o regala, no te lo lleves, no tiene sentido que cargues con ello para que en tu nueva vivienda le busques un rincón donde no te estorbe y lo vuelvas a olvidar, tenemos que ser prácticos para aprovechar mejor los espacios. Según vayas pasando por todas las áreas de la casa mientras empaquetas todo, ve revisando que te llevas y que se queda.

Por descabellada que pueda parecerte esta idea, lo cierto es que con el tiempo lo agradecerás, ya que acumular trastos inservibles no hace más que colapsar el espacio de nuestro futuro hogar. Deja que otras personas puedan disfrutar de aquello que tu no utilizas o, directamente, jubílalo.

Persona previsora vale por dos

Compra con anterioridad cajas, papel y plástico de burbuja para envolver, cinta adhesiva, marcadores y consigue periódicos. En resumen, todo lo que puedas necesitar para que no tengas que detenerte una vez que has decidido ponerte manos a la obra con tu mudanza.

Comienza a empaquetar con algo de anticipación las cosas que menos utilices y ve dejando para el último momento lo más cotidiano. Guarda primero detalles como los adornos navideños, ropa de otra temporada, la vajilla especial para invitados, todas los utensilios de cocina que no utilices, los libros que no necesites…

Ve trabajando por áreas, cada caja debe contener cosas que pertenezcan a un sólo lugar, no mezcles, para que cuando la mudanza llegue a la nueva casa todo lo que pertenezca a un área pueda ser fácil de localizar.

Invita a participar a familiares y amigos

Las mudanzas no son fáciles de llevar a cabo, si te ha tocado tratar de sobrevivir a alguna sabrás de lo que hablo… por lo que toda ayuda siempre es bienvenida. Bien sea a gente de nuestro entorno o a un proveedor que pueda hacer los trabajos de empaquetado, transporte, entrega y colocación en el nuevo domicilio, conviene tener previsto el tema de los medios y personas de 'soporte' para la mudanza y evitar prisas de última hora o quedarse corto de tiempo, haciendo que sea un proceso eterno y provocando problemas relacionados con falta de organización.

Siempre puedes invitar a cenar aun grupo de amigos con la excusa de la mudanza y que te echen una mano, ¡sin encerronas claro!

Programa una sesión de limpieza

La primera tarea del plan de mudanza debería ser siempre una sesión intensiva de orden y limpieza, con el objetivo de hacer más eficiente todo el proceso de traslado y ocuparse sólo de aquellos objetos que tengan alguna utilidad en el nuevo hogar. Trasladar aquellos que no tienen valor de una vivienda a otra, sólo añade coste, provoca que se tarde más y genera cansancio, así que hacer un esfuerzo previo para mover sólo lo justo es algo más que recomendable.

Muchas veces un entorno limpio y ordenado nos ayuda también a organizar nuestras ideas, de cara a seguir un plan y como prueba, este increíble apartamento de MARCELO JOHN ARQUITETURA E INTERIORES, ¿no te transmite paz con tan solo mirarlo?

Cuenta con unos días libres

Las mudanzas es mejor hacerlas de manera intensiva que extenderlas a lo largo del tiempo. Para poder concentrar todo el trabajo en unos pocos días, no más allá de una semana, viene bien aprovechar algún festivo, fin de semana e incluso coger algún día de vacaciones o de los que algunos convenios disponen para estos casos. 

Eternizar este proceso puede ser nefasto, ya que lo único que conseguirás es entrar cansado y asqueado a vivir en tu nuevo hogar y eso es lo último que queremos…

Por eso, no dejes de leer el libro de ideas 'Típicos errores a evitar cuando haces una mudanza' para convertirte en un experto del cambio de vivienda.

Ahora toca..¡desempaquetar!

Por fin, llegas a tu nuevo hogar, aunque hay tanto bulto que no sabes por dónde empezar. Respira y comienza. Primero, monta los muebles, después, deshaz las cajas, procura ir doblándolas al mismo tiempo para que ocupen menos espacio. Si ya cuentas con los muebles instalados no es un mal comienzo. Seguimos…

Para que la cosa cunda y no te pases días y días con la casa patas arriba, empieza colocando las cosas de la cocina y el baño, ya que tendrás que darles uso en tu día a día, después comienza con el dormitorio. Al menos con estos espacio tu casa ya empezará a parecer un hogar.  Termina con el salón, que es, normalmente, la estancia donde más hay que colocar, además puede ser una oportunidad única para ordenar tu librería del salón.

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