Si hay algo que debemos de tener claro, es que la arquitectura minimalista no es fría, es humana, puesto que esta destaca la naturaleza y la luz. Una de sus características más importantes, es que es una arquitectura de corriente o símbolo moderno, donde la utilización de materiales más estables y de mucha más vida útil, garantizan la durabilidad y el sustento de las edificaciones de este tipo.
Si estás interesado en conocer un poco más a profundidad de esta tendencia que sigue resistiendo el paso del tiempo, quédate y checa este artículo que hoy en homify hemos preparado para ti, puesto que, no solo te hablamos un poco de su definición, historia, características y ventajas, sino que también te daremos 11 fabulosos tips para que la incorpores en el diseño de tu casa como todo un profesional. Presta atención y toma nota, estamos seguros de que esta información te puede ser de gran ayuda.
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El término minimalista describe una tendencia en el diseño y arquitectura donde la estructura se reduce a sus elementos necesarios. Está basada en la sencillez, en los espacios amplios con pocos objetos, en reducir al mínimo el mobiliario, en conseguir mucho con lo mínimo indispensable, y en hacer uso del mínimo de objetos decorativos. La arquitectura minimalista sobresale por su geometría y su simpleza, así como también, por utilizar materiales puros con texturas simples y colores monocromáticos.
El término minimalista surgió en Nueva York a finales de los años sesenta, y lo empleó por primera vez en 1965 el crítico británico Richard Wollheim para referirse a la radical reducción racionalista promovida por las nuevas tendencias del arte. Desde entonces, el este término ha crecido hasta instalarse por doquier, empezando por la arquitectura.
Algunas de las características más destacadas de la arquitectura minimalista son las siguientes:
Algunas de las ventajas de la arquitectura minimalista son las siguientes:
A continuación te daremos 11 tips que puedes incorporar en la arquitectura de tu casa para darle este estilo como todo un profesional:
En la arquitectura minimalista, no hay áreas destacadas o decoración recargada. Aquí, lo importante es respetar las peculiaridades del material utilizado, lo que significa que no es necesario cubrirlo con un revestimiento para camuflarlo, sino más bien todo lo contrario.
Las telas que se utilicen en la decoración minimalista, deben evitar lo agresivo y lo barroco, aportando frescura e invitando a la relajación. Se deben dejar afuera las telas estampadas y floreadas, optando por la austeridad de los lisos. Se prefieren las telas rústicas en color marfil, y las texturas del lino o las lonetas. Cortinas, almohadones y tapizados tendrán que obedecer a una unidad y un equilibrio.
Las cortinas, cuando existen, deben ser blancas, de líneas rectas y simples, romanas o roller, aunque en la arquitectura minimalista se pueden prescindir tranquilamente de ellas.
Los materiales son otro de los puntos claves de la arquitectura minimalista. Algunos de los más destacados para la ambientación de los espacios son: la madera, el mármol, el acero inoxidable, el vidrio, los espejos y el granito. La arquitectura minimalista evita la abundancia de materiales, por ello es adecuado elegir las piezas que resalten su originalidad.
Lo que busca en realidad el arquitecto que apuesta por esta tendencia, es ordenar las texturas, los colores y las formas que tiene a su disposición. La idea es lograr crear un espacio sin interferencias, un espacio que se adaptará a ti de forma fluida.
De igual forma, la limpieza del diseño y la claridad, son fundamentales en este estilo. Para ello, se recurre al uso de formas básicas, superficies planas, particiones interiores mínimas, y acabados limpios y lisos.
Con respecto al mobiliario del hogar es aconsejable apostar por muebles que sigan trazos rectos, con planos sencillos y sin decoración. Recuerda que, la arquitectura minimalista emplea un mínimo de elementos necesarios, lo que da como resultado, la eliminación de los aspectos no esenciales, donde el diseño se reduce a sus características más fundamentales.
Los muebles deben ser simples y funcionales, menos es más. La austeridad en el diseño y en la cantidad de los mismos, son básicos en la decoración minimalista. Aquí, no siempre existe un mobiliario fijo, muchas veces se esconden o guardan en otros muebles o estanterías.
¡Los de estilo moderno y orientales van muy bien con este tipo de decoración!
La arquitectura minimalista brilla, especialmente en el interior. Para lograr esto es necesario:
En el caso de las recámaras, es necesario que no estén recargadas y que mantengan el mismo estilo minimalista que el resto de estancias. Aquí, los colores también juegan un papel importante, puesto que, si las habitaciones son pequeñas y con techos bajos, es preferible emplear colores claros para dar la impresión de amplitud, en caso contrario, es preferible escoger colores con tonos más oscuros.
En la cocina, es aconsejable unir la estética con las funciones de la misma, teniendo en cuenta el uso de colores neutros como el blanco, el gris y el negro, y el uso de materiales como el acero o la madera. De esta manera conseguiremos espacios que den la sensación de amplitud.
Para que un baño se adapte a la arquitectura minimalista, lo ideal sería poner las paredes lisas. En el caso del piso, esto también es esencial para darle a la estancia una sensación de continuidad.
El punto fuerte de la arquitectura minimalista en los jardines, es el uso de elementos simbólicos. El jardín es básicamente simbólico y ya no tan funcional como lo era en el pasado. Estos elementos simbólicos pueden ser grandes esferas de piedra, espejos, etc. El césped, si bien esta presente, no lo hace ya como protagonista absoluto, sino que dialoga con los demás elementos del jardín. De igual forma, el equipamiento con materiales actuales y diseños más tecnológicos, agrega mucha más modernidad a esta estancia.